Porque tantas veces de trapo yo rota, quebrada niña mía...
Yo muñeca en las horas, quimera de amor, hechicera sin mago.
Yo cáscara, ceniza, sal, lágrima y piel, dádiva y lava de amor.
Pasajera sin pasaje. Yo, sin ateroma de culpa.
Yo en la voz que me desnuda.
Yo, ama del abandono.
Desnuda yo de todo lo que al fin logré morir en mí. Y al fin muerta de aquella y de lo que no me conecta con la vida, el árbol y la rama; sigo buscando y sin saber bien lo que busco desentierro poemas del lodo, abandono la pose del No y la resistencia.
Por que al fin, hoy...
Rota muñeca, yo. Rota niña azul de carne, hueso y trapo. Rota cometa de blanco y raso vuelo. Libre ave de paso en mujer de mí o del aire...
Por fin: me miro compasiva y me construyo.
Me pinto los ojos del espejo y me voy resumiendo entre sonrisa y silencio, a trazos.
Y a día de hoy: escribo, arriesgo, asumo.
Pinto una vida a mi delirio. Vibro, elijo, respiro y al fin por fin: me Amo
1 comentario:
Quizás todos buscamos a esa muñeca/co de trapo que hemos forjado en nuestros sueños.
Un abrazo.
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