jueves, 28 de julio de 2011

Inevitablemente tul..

"Torso de mujer en azul" de Begoña Tojo





El día que después de tanto tiempo 
volviera él a aparecer…

Inevitablemente tul
cubrió sus ojos.
Partió de nuevo hacia su encuentro.
Valiente, tenaz y decidida.
Inocente,
mirada viva al frente
Y como siempre
_como cada vez_
La llama de su vida

prendida en él


No le importó el tiempo transcurrido
lo opaco del silencio.
Daba lo mismo el océano,
el digo o el diré.
Inevitablemente tul
sobre los párpados
_ciega de él_
volvió a creer que era su sueño,
su camino, su más bella razón,
el sol de su elegía y de su amor.


Y hoy que todo ha sido junto a él
que ya no queda nada que ofrecer.
Se enfrenta solamente
al blanco de un papel vacío.
Inevitablemente el tul
se ha caído.

¿Dónde se habrá perdido el gesto,
la palabra, aquel instinto beso, su cielo de agua
y de papel?

Dice su nombre y llora el aire
sin llover.
Le arden los sentidos,
no puede llegar a comprender.
El amor no entiende
de razones
ni de olvido

Inevitablemente el tul
se ha caído.

“mujer de aire”



miércoles, 20 de julio de 2011

Niños de la calle (Relato)



Tengo ya casi 6 años. Mis hermanos Juan y Manuel, son un poco más grandes que yo.
Ellos lustran zapatos en la calle y lo hacen muy bien. Pero a mí aún no me sale y no me dejan que pruebe porque dicen que soy muy chica para que me salga bien. 
A veces me dejan sola y luego antes de que se haga de noche me vienen a buscar y nos vamos los tres juntos para casa.
Mi papá llega muy tarde y muchas veces se enfada con nosotros porque dice que ganamos muy poquita plata. Entonces nos grita y mamá le dice que sea bueno y que no nos riña tanto porque algún día hemos tenido mucha suerte y hemos llevado más plata a casa que él. Entonces mi papá le pega y ella nos manda a la cama y Miguel, que es el más chico, se pone a llorar y no me deja dormir. Yo me levanto y lo cargo en brazos para que se calle y se quede tranquilito y se duerma conmigo.
Hoy  nos hemos levantado muy temprano, Juan y Manuel se han ido por un lado y yo he estado andando todo el día solita. A veces canto canciones y me dan alguna moneda. Otros días no se me ocurre que hacer y me siento delante de un sitio donde van a comer siempre los turistas.  
Esta tarde había una mujer que me miraba todo el rato y me ha traído un plato de sopa de arroz con pollo. Luego se ha marchado con su familia y yo me he comido un poquito porque estaba caliente y muy sabroso. Pero si esa señora tan buena en vez de la comida me hubiese dado solamente un dólar, mi papa estaría más contento conmigo esta noche.   
Aún no sé como les habrá ido hoy el día a Juan y Manuel. Seguro que cuando yo cumpla  6 años me dejaran ir con ellos y me enseñarán a dar bien el lustre y entonces lo haré muy bien.
Tengo sueño y ya no tengo más ganas de caminar. Me voy a quedar aquí esperándolos. 

miércoles, 13 de julio de 2011

Lo sueño, pero no...( I )


Lo sueño, pero no. 
Debe ser un mero instinto o fervor mío...
O tal vez sea un don, o el no querer afrontar la realidad cuando sé, que ahora ya no duermo, desnuda, a contra piel contigo.

… Pero todo es tan de verdad, que se parece a lo mismo que hemos sido. A lo mejor de nosotros que tuvimos y al estar despertando el uno frente al otro, sin rubor, ni tapujos, ni distancia. Alguna vez, puedo sentir nuestra voz, o mi risa traviesa recorriendo tu espalda, o tus manos jugando a ponerme mil trabas, o tus manos en ascuas reviviendo mi sed.

Quiero recordar cada palabra, cada una de las cosas que me dices que no olvide, pero sobre todo y ante todo, quiero recordar cuando sonríes y levantas firme el dedo y dices que me quieres más de lo que nunca he sabido averiguar. (Y eso es lo que no sé si me gusta de ti, que me quieras de una forma que no sepa averiguar...)

Lo sueño, pero no...(II)



No te engaño, todo es un poco distinto y aunque parezca  real,  se nos mueve y nos mece en una niebla suave e incorpórea. Y si estamos desnudos, se me pierde tu olor tras esa niebla y aunque yo quiera pensar que no es posible, lo es. Me acerco, te miro, te respiro,  inhalo en cada hueco de tu piel y mi memoria olfativa me dicta “que eres tan sólo un dulce y vano engaño de ti mismo y que te viva y me viva o que te deje escapar”  

Entonces empiezo a darme cuenta: la ilusión se va desvaneciendo, el más hábil de mis sentidos la ha tocado y casi hundido y aunque vaya a quedarme junto a ti lo que me reste de tiempo, mientras la luz del día no te prohíba o delate el vacío entre mis dedos:  empiezo a descubrir que eres, que estamos siendo sólo sueño, que te miro desde él y no es tu piel, ni son tus manos, ni tus ojos café, llevándome a ese no sé qué vuelca la vida en tus pupilas, que me engancha, me cautiva y me hace ser de fuego cuando te miras en mí.
Y amor; me besas y te beso, por todo el cuerpo, para que siga creyendo en ti mi sueño.
Sólo el último beso no puede llegar a parecerse al que nos dimos, al de la última noche retando al minutero, los dos en duermevela. O al beso del no puedo, al del antes y el después, al de la espera allí en el aeropuerto, o al del adiós y al de cuánto tiempo faltará, para bebernos hasta el alma en el próximo beso. 

La luz voraz de la mañana, no deja tramas ni rincones oscuros donde ocultar las lágrimas. Las lavas delante del espejo,  las tragas o las dejas que brillen tras tus ojos.
Simplemente no estás y no puedo hacer nada contra eso, sólo sentir, que en días como estos que amanecen desiertos de todo,  yo tampoco estoy, porque he emprendido el vuelo tras mi sueño. 

Una vez ya te lo dije; ser soñador tiene su precio. Se paga  cada día al despertar.    
Y tú, despiertas en mí ese don que hoy te nombro, ese don que aún no conozco muy bien, pero que me hace ser mujer consciente y estar viva, más allá de la piel o de mí misma o de la realidad que me traiga la aurora _y tan dormida e inconsciente como sigo contigo cuando te llevo en mis sueños_ me hace darme cuenta de lo cierto, sostenerme con la fuerza y la firmeza de este amor, que es del aire y del verbo y de todo lo nuestro,  que es capaz de traerte a mis noches  y lograr que seas una réplica “casi” perfecta de ti mismo (aunque me falte tu olor), mientras te vivo y en mi sueño dormido: estás desnudo en mis brazos…

Y estás, también amor,  cuando despierto y mientras has de llegar aún a casa  y la distancia se hará nada entre nosotros y tendré que liberarme de toda el ansia y todo el tiempo que he tenido que soñarte y quedarme perdida en el aire, despertando sin ti, pero con tu amor vivo en los labios.

sábado, 9 de julio de 2011

Verano


Es verano
y mi casa parece
una isla sin agua
que agita sus brazos
sin nada que asir


Es verano sin ti
y en este tiempo
manso
soleado  
azul mimo
para tantos 
tan sólo atino 
a confundirme 
de amarillo
con los días
desordenando
el tiempo que me mira
mientras pienso:
probablemente
quede tanto por hacer
quede tanto por decir…

Pero es verano sin ti
y aquí no hay
quien escriba
a qué sabe
tu ausencia
en esta casa isla

sábado, 2 de julio de 2011

Instinto



Ese instinto que nace cuando estoy en tu abrazo, 
ese instinto soy yo.
Esos ojos que en ti miran hacia dentro la vida 
y se estremecen pupila en pupila 
y se cierran sellando un silencio 
que precede al lenguaje del beso, 
donde crece el deseo, donde vive este fuego, 
donde empieza este sueño 
que se moja en nosotros y se mece y nos viste el alma en el cuerpo 
sin ninguna palabra que perturbe su anhelo.
Ese instinto preciso de subirse al gemido 
y ese mismo latido fugado al oído 
y ese vientre que vibra, cuando embiste con rima a tu prisa, 
cuando llama al volcán que derramas y esos veinte sentidos 
que se encienden y abrasan y esa voz que susurra a tu boca 
desde el mundo del agua y ese cielo infinito y ese amor 
y ese abismo…
Ese instinto y todos los otros, 
soy yo.

“mujer de aire”