Levantaron mano a mano las distancias.
Se lanzaron a la llama o dicho de otra manera,
se ofrecieron una tregua.
Ni siquiera tomaron la palabra.
Simplemente se plantaron cara a cara;
se miraron a los ojos y a los sueños
y estrenaron un abrazo, siete besos,
tres con lengua
y las primeras risas
de un amor de jubileo.
Un amor de "casi lo jodemos" por idiotas.
Un amor de follarse los riesgos
y crujirse los miedos a lo villano y valiente
corazón de todo o nada.
Un amor de cautivos por dentro y *"mímulus" por fuera.
De fuego en la mirada y por fin y por dios:
¡abrámonos los cofres a este amor!
Un amor de cántaros, pero sin lluvia ni truenos. Uno sin borrón ni cuenta nueva...
De domingos de sol y siesta
y lunes de descanso y aleteo.
Un amor sin excesos, ni culpa, ni apabullamientos.
Sin el control de los egos,
sin más peligro que ÉL mismo
de lado a lado del Amor.
Un amor de labios abiertos y patrimonio en el pecho
y aquí no hay recortes que nos valgan,
ni hace falta una manta encima de este amor.
Y todo,
porque al fin pudieron ofrecerse:
un amor sin pretextos...
Uno, de conocerse y consentirse y no vivirse de paso,
ni a lo lejos.
Un amor de noche sobre noche
y aquí: anido y te recojo. Un amor de ojos cómplices, de pieles y avituallamientos, de mejor este amor nuestro
que todos los juicios del jodido y basto mundo.
Y solamente así llegaron
a tiempo del amor...
De ese amor-amor de los "mímulus"
De ese amor-amor de los sentidos
aún no cometido
por miedo a no ser
r e c í p r o c o .
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3 comentarios:
Amor incomprendido y amor casi utópico.
Un abrazo.
Esta bueno poder disfrutar de leer a los autores que lo hacen con gran manera y por eso vale la pena leer a gente que lo hace de gran manera. Si logro obtener Pasajes a Punta Cana me gustaría poder leer a los destacados autores.
Lo diferente que serían los sentimientos para muchos, si la timidez no existiera.
Besitos Mayde
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