Deja que avance el otoño,
que el pulso de septiembre adentre y se recoja,
que la humedad se abrevie y la tarde sea corta,
que el día sea un concierto de ocres y amarillos
Deja que ordene mi casa, mis pasos, mis motivos
Deja que me resuelva y te resuelva conmigo
Deja que me constele y regrese,
que llore dignamente,
que barra la ceniza de la sombra
1 comentario:
Dejaremos entonces que el otoño nos abrace y buscaremos el suspiro de sus tardes.
Un abrazo.
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