No puedes comprender que has quedado obsoleto Que quemé los papeles que dicen que fui tuya Que obsoleta mi furia y obsoleta mi angustia Obsoleta tu estancia y tu casa en mi alma Obsoleta ha quedado tu lisonja entre sábanas Tu tristeza de mundo derramada en mi cuerpo Tu abandono en mi herida ha sellado obsoleto Tu indecencia en mi mimo, tu mentira en mi piel Tu vértigo en mi trigo, tu camino en mi tiempo ha quedado obsoleto...
Te has perdido mi patria, mis mejores poemas Mis arcanos del tiempo, mi teléfono y mi hilo Mi cruzarte el océano tan niña del incendio Has perdido en la huida y has subido al descenso Has caído en picado y has quebrado mi suelo
Y ahora que len-ta-men-te-me-des-pren-do: del hombre del miedo, del cuerpo del amor funesto Que me aprendo o prendo en alfileres mis múltiples "errores de elección" para mirarlos de frente, pacífica y serena y pedirles a gritos ¡Qué no vuelvan! Ahora que empiezo a volar lento (porque volar tampoco es tan seguro)
y lavo los incendios a golpe de papel
Que vivo de presente, de dádiva-palabra
y bendita soledad que tanto me derrama
Ahora, que vuelve a ser Agosto y ruge en mí el león
que no sabe gritar: ¡Hoponoponoooooooooooooooooooo!
Que le he pedido a Dios, que por favor, si hay Dios
Me lave para siempre toda el asma de ti
Toda esta rabia muerta y el rostro del fracaso
Que me salve el insomnio mientras sigo inhalando
cortezas que siempre huelen a viento,
a música y poemas; a sándalo y amor del que sueño
y trato de escribir para vivir un día
Ahora que mis sábanas en blanco me vuelven
al jazmín y a la esperanza...
Que puedo ser de mí y puedo ser conmigo una mujer
sin más portada que la arrogancia de saberse con alas
(aunque sea en palabras)
Ahora...
Márchate ya para siempre, por favor
No me des tus razones, ni me pidas perdón
No me exijas la voz, ni asomes por aquí
al último veneno antídoto de ti...
Hoy por fin, absoluta, bendigo las palabras
digo adiós a mi piel de tu ayer,
a mi ombligo del último vestigio de la niñita-aérea
No escribas otro intento, ni vayas por ahí
diciendo, que un otoño, cerca de Nueva York fui tuya.
Ya no hay llanto, ni cuento, ni recuerdo, ni duelo, ni canciones
No me quedan más cuentas pendientes para ti
Mídeme solamente en el amor que te daba
y muérdeme en esa muerte que ya no importa a nadie
(ni tan siquiera a mí)
Contémplame descalza para el mundo
sin cobro revertido,
ni equipaje de exceso hacia el pasado
Ofrécete a tu suerte de diablo o caballero
...Que yo con todo amor al viento, te digo
¡Hoponoponooooooooooooooo!
Deja limpio el peligro y el sable de tu acero
Deja limpio tu ego, no lo laves en mí
Que todo está obsoleto
Y ahora, sobrevuelo
a salvo
de tu riesgo
lejísimos de ti
"mujer de aire"
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2 comentarios:
Evidentemente "todo está ya obsoleto..."
Un abrazo.
Que se vayan esos caballeros :)
Es cierto Mayde que los blogs, cada vez se quedan más solos pero yo sigo siendo fiel a ellos. :) Besitos
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