He vivido en mis labios tu cuerpo. He osado a pronunciarte:
en púrpura desnuda,
sin bruma, ni palabras...
En mí, libre tu nombre
y en tu pecho mi bosque
Ahora,
pernoctas en mi Almohada,
en mi casita del Aire,
en una alcoba Amapola
con vistas al Deseo.
En el vacuo Silencio
de la flor de la Aurora,
en los paisajes del Viento,
en la Demora,
En el:
¿CÓMO?
DUENDE
¿DÓNDE?
Esta noche, he llorado mi sueño al despertarme. He quebrado mis alas y mi voz inmortal, en la cima prohibida de tu amor constelado. He pedido al destino; qué camines conmigo, qué me guíes, qué me rimes la vida. Qué me bailes el Aire, desnudo. Esta noche, he querido encontrarte a mi abrigo sin nada, ni Nadie...
1 comentario:
Es un poema precioso que me gustaría escuchar recitado, ¿te atreves?
Un abrazo en la tarde.
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