Hay lunas sangrantes por el hombre
y hombres que no miran
la calma o el delirio de la luna
Hay ciudades que emergen
sobre luces de neón
y neones que parecen
como hombres sin Sol
Pero aún quedan paréntesis
al margen de las horas
Habitáculos desnudos
donde la palabra es nombre
circunstancia
acción
Hay palabras que se tejen en su bucle de luz
Y todavía, por suerte, todavía...
Nos quedan latidos en el pecho
para medir la vida
y a veces es la furia
la que sangra las horas
como una roja luna frente al sol
cuando queman los ojos y la voz
y la ciudad no acude
ni al hambre
ni al hombre
Hay noches en que la poesía
debiera ser para Relámpago
para llevar a los que duermen
su Caballo de Troya
o alzar un Ave Río
contra el techo del mundo
que dance con su pico
la luz de los neones
Hay maneras, mil maneras
de pedir: Amor y Basta
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1 comentario:
Por supuesto que hay esas mil maneras que describes en tus versos, pero hay que tomar una decisión y buscar una adecuada.
Un abrazo en la noche.
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