sábado, 22 de enero de 2011

Namaste... una prosa que me encanta, de Pepe "El Lufandero"











Hice silencio, cerré la boca un poco. Hice silencio para escuchar. Hice silencio desde un recuerdo, hice silencio para observar. Hice regreso a un punto, hice de noche y oscuridad. Fui caminando lento, paso tras paso, hasta llegar.
Cerré la puerta de salida, abrí la misma puerta para entrar.
Andar de punta a punta los laberintos, aprender que solo hay una forma de salir y verse a la cara con los viejos miedos. Descubrir que quien este enfrente, es una construcción de mi propia percepción condicionada, quizá (en mi caso) -más que nada- lo que temo de aquel que se para frente a mí. Es descubrir la lamina sobre los ojos, el filtro vivencial de la mirada; los recuerdos de la palabra que dolió y detrás de ella una historia tan parecida a la tuya… y la idea de que detrás de eso se esconde lo natural casi como una falla de diseño, como un cuento sin fin que al acercarse a las ultimas líneas nos susurra entre sollozos: “alguien tendrá que PERDONAR”. Probablemente sea ahí donde comienza a latir la posibilidad de habitar el cuarto de arriba, donde todo se siente más, pero duele menos y entonces mi boca (sin que yo lo pueda controlar) comienza a decir: “si te entiendo te perdono y si te perdono no te juzgo y si no te juzgo no te temo y si no te temo no duele y si no duele me siento mucho mejor…”



Escrito por Pepe, extraído de su blog:"El Lufandero"


3 comentarios:

julia rubiera dijo...

muchisimas gracias por compartir tan bellisimo texto y darnos a conocer el otro bello bloc, un besin de esta asturiana.

© José A. Socorro-Noray dijo...

He de confesarte que no conocía este blog, desde ahora mismo me pongo en la tarea.


Un fuerte abrazo.



PS: Poco a poco voy retomando los comentarios.

Pepe dijo...

Muchas gracias por compartirme!!!
Me encanto la grabación de voz!!!
Gracias, gracias y gracias!!!