Inocencia:
como quien lleva un grafitti en la frente o un centro de diana que parece decir: ¡Disparen hacia aquí!
Hermosa y cándida niñez adulta (incluso más allá de los 40 tacazos).
Decepción:
caerse desde lo más hondo del corazón por cúmulo constante de inocencias.
Corazón:
Bomba del latido. Capital del espíritu. Verdadero responsable del estado del bienestar humano. En medicina tradicional china, el corazón es el órgano que alberga el "Shen"= espíritu.
Herida:
hogar del llanto. No necesariamente la que sangra. Vivencia necesaria para crecer y conocerse más allá de la piel. Aprendizaje.
Rebeldía:
estado constante, consciente y necesario de inconformismo dados los tiempos en que vivimos.
Ego:
como la viga en el ojo propio que ciega la visión del otro. El anti-espejo del otro. Precipicio u Olimpo de uno mismo. Percepción de un gigantismo de uno, que llega a los demás mucho antes que "uno" (La ostia, no pequeña, también llegará tarde o temprano...)Poeta:
El que otros nombraron de ese modo (ellos sabrán por qué)
Casi nunca, realmente, aquel que se autodenomina a sí mismo "poeta". A menudo sucede, que el que goza o se crece llamándose a sí mismo de ese modo suele ser más bien un rimador de palabras.
Pasado:
fue hace un segundo. Dicen que no conviene quedarse a vivir en él. Sí, parece interesante aprender de él y comprender que ahora somos su consecuencia.
Futuro:
el que uno mismo se vive o se escribe o ambas cosas, porque aún no existe. Tal vez simplemente sea un cúmulo de instantes que provienen de la suma total de los "ahora"
Amor:
objetivo auténtico de toda vida humana, incluso si tal vida humana aún lo desconoce. El único sentido de Ser, Estar y Repetir asignatura, una o mil veces, hasta que no quede la menor duda de que Amor es el único camino.
Camino: el que se hace por instinto o intuición del corazón.
Casi siempre empieza en la: INOCENCIA
Casi siempre empieza en la: INOCENCIA