miércoles, 12 de enero de 2011

La mujer que despierta....










La mujer que despierta a mi alborada
me dice que esta vida es corta y prolongada
a un mismo tiempo
Que no comulgue con aquello
que no me labre un buen recuerdo
Que me mueva por instinto
Mi corazón es sabio e intuitivo
buscando sus caminos
Y si comete errores
los limpiará con agua y sal
Se verterá alguna lágrima
Germinará la tierra
dónde mis hijos crecen
y los hombres siembran

Me pide que no me busque en las barbas de un gigante
Esperando su consuelo paternal
Su voz diciéndome: “hiciste bien o mal”
Jamás se aprende en piel ajena
Si voy a equivocarme amando,
no será en vano.
Ya tengo un diccionario
del código del sentimiento humano
que guardo en mi corazón de selva

Si no aprendo de la vida y del amor,
si me encierro entre corazas
a cuenta de las malas rachas
y tenso mi arco de amazona
con la flecha apuntando hacia el destino
¿A qué camino he de llegar?
…Si no me busco en el amor
con qué tropiezo o bendición
me va a crecer el corazón…
Si no caigo y me levanto
una y mil veces,
o vivo de su verbo:
los goces, la lírica, las llamas…
No creceré libre hacia el sol
como la avena silvestre

Viviría, sí
pero en un invierno perpetuo y triste
de pequeños pies congelados
Esperando primaveras que regasen mis manos
o a prendiesen de nuevo el rojo de mis labios
Olvidando que primavera: soy yo
y el aire que me envuelve
al caminar la dicha de los campos

La mujer que despierta a mi alborada
me exige que sea tierna, valiente, franca
como una niña
Trepadora de percances y fatigas 
como una fiera
Que crea en siempre en mí 
y sepa defenderme con los dientes
del siglo en que vivimos
Que no le saque brillos a mis sueños
y los viva como son: de mil colores

Que abra con amor el lazo en que va envuelto
El regalo de esta vida
Que ahora tengo entre los dedos
Que me quiera, que me quiera, que me supere
Que  comprenda…

Las pequeñas cicatrices que dejaron huella al alma
no van a quitarse con láser, ni cirugía, ni desesperanza
Sino con agua de mar
Rayos de sol
Gotas de lluvia
Poesía bañando mis lunas

Senderos hacia la calma
Pies descalzos en la hierba
con la melena al viento
Llamando libertad
a lo que es mi sueño

4 comentarios:

Jose Zúñiga dijo...

Dice bien, pero que muy bien, la mujer que despierta junto a ti. Hazle caso, hazte caso. Desecha las corazas y sigue siendo libre pese a las cicatrices. Tanto como lo es tu escritura.
Bs

María Socorro Luis dijo...

Tu otra yo, te marca muy bien el camino. Síguelo.

Durante tiempo no he podido entrar en tu blog. Me pasa con elgunos otros, debe ser por el sistema que utilizo. Hoy he tenido suerte.

Agradezco tu visita y tus hermosas palabras. Nos seguimos viendo?...
Yo lo voy a intentar.

Abrazo en la poesía.

Amelia Díaz dijo...

Sí, mi querida trilli, haz caso a esa mujer que te susurra libertad.

Un beso enorme, poeta del aire y los sueños.

Paco Lainez dijo...

Realmente hermoso este despertar de mujer.

me encantó.

Saludos desde El Bierzo