Yo hoy no soy un sueño azul
ni una caricia azul
ni una esperanza blanca
Soy un desnudo al completo
de cuerpo y alma
Yo soy la rebeldía roja
más roja
soy el color de la pasión más roja
Soy tu sentir puesto en las nubes
tu verbo alzado
tu arder puro
puesto al desnudo puro
sobre tu lecho
Soy la voz del viento
y en tu piel
soy el cándido fuego
Pero yo no soy rubia
ni tengo los ojos claros
ni he venido hasta aquí
para beberme tus lamentos
sino para beberme
tus noches
y tu sed
de mí
Yo soy de cuerpo y de carne
mi piel no tiene pecas
ni pliegues blandos
ni pliegues blandos
ni moratones
y tengo en mis pupilas
el abismo entero de la noche
y en mis pechos contengo
un laberinto de versos desatados
que a veces aturden
hasta al viento
Yo soy la boca que te ama
y te hace estallar en mil pecados originales
soy el cuerpo que te toma
y toma tus mismos relieves
Soy las manos que recorren
en pensamientos
hechos y formas
a veces
poco adecuadas
cada lugar de tu cuerpo
que hace que tiembles
entero de deseo
Yo soy el deseo
No el sueño
del ayer o del mañana
Sí el deseo
del ahora
del ahora
Y me visto de amapolas
cuando a ti te busco
y te deseo
volcánico y voraz de mí
Cuando me enfrento a tu amor
en cueros
y sin fronteras
Y me visto de malva
cuando me hago el sendero
en la distancia
que tú no puedes abandonar
sin volverte medio loco
mientras vas dejando
sin remedio
las huellas
de tus dedos
tras mi falda
levantándose
al vuelo
Yo soy el aire que te vapulea
y te alza
que te deja sin vida originaria
para darte la vida entera
aquí y ahora
en la tierra
o en la próxima luna
que quieras inventarte
para amarme
Yo soy la mujer del aire
la que vive ahora en la arena
la morena ardiente
de versos ardientes
que repleta de noches
de mares
y de quimeras
es también la sutileza de la geisha
y lo salvaje de las junglas
impenetrables
Yo soy el cielo
y la tierra
el agua y el mar
y la deriva
Y ahora te pregunto
a ti: Imprudente
a ti: huracán acorralado
A ti, te lo pregunto
hombre de fuego…
lo mismo que le preguntara a Bécquer
en aquel bello poema:
¿A mí me buscas?
¿A mí me llamas?
¿A mí, estás seguro
de querer venir
a vencerme tú?
"mujer de aire"
"mujer de aire"
Poema en audio: Yo soy ardiente, yo soy morena,... (Rima XI) de Gustavo Adolfo Bécquer por Favio Camero
Yo soy ardiente, yo soy morena... (Rima XI)
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7 comentarios:
Tú, vestida de amapolas y de malvas, tú, los cuatro elementos, tú preguntas. Y me dejas sin respuesta.
Lo que no entiendo, Mayde, es a qué está esperando él, como no viaja hasta ti y se queda contigo para siempre, eres una mujer increíble.
Ese amor te está sacando versos alucinantes.
Un abrazo.
Vestirse de amapolas. ¿Acaso puede existir otro vestido más bello para cubrir la piel?
Quizás seas simplemente una mujer que rezuma poesía.
¡Qué belleza! Es un placer leerte.
Un abrazo.
titulo y texto, muy bello.
besos
Una bella sinfonía de colores, emociones y pronombres.
Un placer compartir tu sueño de colores
rojo y malva...los mejores colores para vestir a un cuerpo rebelde y soñador.
Un beso de agua, otro de fuego, uno liviano de aire y el de tierra adornado con un cálido abrazo :)*
Te imagino invencible.
Y muy apasionada.
El poema es una maravilla.
Besos.
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