miércoles, 16 de junio de 2010

Love returns to the air



Atardecer en Manhattan



Ayer vivía sin sed
prendida al verso añil
de tu mirada y de tu ser... 
¿Lo recuerdas?

Hoy vivo
solamente
ausente del mundo
y de sus causas
en el verbo transitorio
que habita en esta calma 

de amor caído
en pausa

Sueño azul
de nuevo ahora me eres
 Sueño vivo que me sigue enhebrando
nocturna
lánguida
diurno aire
que se me escapa
al despertar
casi incorpórea
me sigo enhebrando
a tus besos
de entraña y sal
que elevan mis deseos
de amarte simplemente
otra vez
si cabe
Si es que dentro aún nos cabe

A cada poro de mi piel
que sin nombrar tu boca
me sigue nombrando
a cada caricia
que sin rozarme
me inventa
 me da forma

A cada estambre vivo
de sentimiento en flor
que nace de tu cuerpo
lejano al mío
yo sigo en el vacío
aquí en el sueño de mi alma


A cada beso y a cada paso
 a cada gloria alcanzada
 a cada fuga
 a cada instante
perdido
por el mundo
en otras manos

A cada golpe de verso
o de prosa
o de furia
Te revivo
Adán que fueras mi universo
terrenal y tierno
cuna de mis vuelos
sin medida
ni amarre
ni deriva
siete soles
únicamente
eras
Amor de la mar distante
de los dos océanos separándonos
tú lo sabías amarte era un milagro
yo adoraba brava
tu desnudez
fiera salvaje
acunándome
amándome
y así sentía:

Que eras Dios de amor entre mis brazos
luz blanca derramada
sobre mi cuerpo
y al acoplarse
siendo danza

tu vientre con el mío
tus manos me amarraban
sin amarre
trazaban mis caminos
y mis cumbres
mis últimas estancias
en el paraíso
temblándole al aire
sólo tu aire
 y el aliento
de tu piel
transpirada


 Allí en ese momento
llama loca y poseída eras tú
vientre y seno
 gloria encendida
yo era
y sí ahora
allí tan lejos de tu América
no recuerdas
lo que fuimos
en raso vuelo
hecho palabra
me despliego
y te digo:


Tú eras todo en mi
Única estancia 
Entrega verdadera
Éxtasis
Vaivén encadenado
a la esencia más libre y franca de la vida
allí donde los suspiros
eran  nuestros
la gloria sabía
a nuestro tiempo

 Separarnos
un sólo milímetro
era ausencia 
instantánea


Cerremos al mundo estos nuevos ojos
cubrámonos de silencio
desencarnemos el alma
de las fronteras

de piel y agua
 océanos

Y allí donde estés:
Búscame
Llámame
Encuéntrame

Siénteme amor tuyo
con todas sus cinco letras
Regresa para habitarme
Vivamos del fuego
que ningún sueño a deshecho
vivámomos a tiempo



Seamos vida, amor
en esta vida
del amor sagrado
seamos hoy Celestes
siempre Celestes
mañana ya seremos
Inmortales
ya nunca más Ángeles caídos
ni Sal

ni Sueño
ni Olvido

ni Llanto
ni Desmemoria

Luz de mi mundo
Hombre aire
de mi aire
América lejana
Aurora boreal de mis mañanas
nunca nadie
jamás
ha sabido amarme como tú
con soplos de aire y viento
con fuego místico
ascendiendo
vértebra
a vértebra
sacra cúspide
de gloria
 alma en silencio
y libertad


Por eso te he buscado 
todo este tiempo en cada mundo
y no te he hallado en ninguno,
por eso no he caído en el olvido 
todavía,
por eso el aire 
te sigue llevando mi nombre
cruza el océano y ven ahora
amarra al viento tus alas

 Ven a caer sobre mi aurora 
amor de aire y carne
corazón de selva






mayde molina

5 comentarios:

Paloma Corrales dijo...

Hay días en que aún vendada de aire una decide no abdicar y seguir, y seguir aunque sea entre renglones y versos.

Precioso Mayde. Lo he escuchado tres veces y cada una de ellas crece, enhorabuena.

Un beso.

Laura Caro Pardo dijo...

¡Ay, Mayde! Que tú ya no eres sólo aire, eres huracán de sentimientos nobles, de pasiones y de amor.
Cuídate.
Un abrazo.

Anónimo dijo...

uummmmm, tu voz cautivas...
besos

Jesús Arroyo dijo...

Gracias por apuntarte al III Encuentro de Poesía en Red

mayde molina dijo...

Muchísimas gracias Paloma, estoy feliz de que estés aquí conmigo entre renglones y versos...Cuídate mucho y no abdiques nunca, que pronto nos llegarán brisas más renovadoras y así podamos verlo y sentirlo, tanto en nuestras pieles como en nuestros versos.

Huracanes de sentimientos y a veces cachitos de esperanza. Gracias amiga mía, cuidémosnos bien las dos.

Reltih, gracias amigo me alegro mucho de que puedas escucharme en la distancia. Besos.

Gracias a ti Jesús, muchísimas gracias a ti. Un abrazo