Lo verdaderamente importante es Ser…
Ser cuando eres danza y también cuando eres llanto. Ser cuando estás sintiendo dicha, cuando estás sintiendo miedo, cuando te falta el aire para volar…
Y siendo siempre yo, seguir creyendo en la fuerza, en la magia, en lo hermoso que me está acercando paso a paso a la vida, por creer en mi, por saber que los caminos que he andado y desandado han sido para ser todo de mí: lo bueno y lo malo, los laberintos de mí, y el desconcierto de mí, la luz de mí y la verdad entera de mi misma.
Y siempre sentirme viva y así darme viva y creyendo en ti.
Y aunque hoy no estás y fueses el fuego puro un día, mis ojos hoy te ven viento y te ven marea y te siguen viendo luz y tu alma es libertad y se viste de azul como la mía.
Y hoy ya sólo creo en los que son como nosotros, en los que se dan como nosotros, y que poetas o no, rebeldes o valientes o incautos, se lanzan al amor descalzos, y así se buscan, y así a veces se encuentran en el mismo camino.
Y hacen del amor una nueva batalla y de la batalla, vivirse más vida aún en cueros.
Y se busca en los ojos que te miran: la verdad, en la palabra que escribes: la verdad, en escribirse a uno mismo: hallarse a uno mismo, en la luz las sombras, y en las sombras el miedo que ayer te adormecía y te acorralaba en un sentir pequeño.
Y porqué no has de creer en lo que tal vez aún no es amor, ¿dónde está escrito?, ¿quien no lo ha hecho alguna vez…? Eso no es estar ciego, es estar necio.
Porque a veces sin ser amor, ya es una forma de amor que se proyecta, una luz que se ve, un creer en él, porque se palpa, y se huele, porque lo lleva el aire y se intuye cercano a la piel del alma, a la piel más ligera, a la que no se equivoca, a la piel que no pasa primero por la cabeza para sentirse tu piel, y que es el mejor lugar donde vivirse uno.
Y es una piel encendida, como la luz del verano, una piel a la que regresamos siempre que necesitamos, porque está en el corazón y porque lo estoy mostrando ahora, para que un día me comprendas cuando me mires desnuda de dudas, y de miedos, y de palabras, y de ropajes, y de andares.
Sólo desnuda, sin ninguna capa que me cubra.
Esa es la verdadera vida, andar desnudo y no morirse de miedo, ni sentirse expuesto.
Volver a lanzarse cada vez al amor en cueros, como viniste al mundo, como un niño, como si fuera la primera vez y gozarlo con el alma y con el ser, con el cuerpo y con el sentimiento, con cada poro de tu piel.
Eso es para mi sentir, no olvidarme de lo que ayer era, pero vivir en el presente del ahora, en el sentir de este presente, en la piel roja del amor, en la piel que mañana nos volverá a hacer agua, río, vida, volcán… o soledad y silencio.
Y aunque un día duela, aunque rasgue, aunque sangre, saber que esa sangre es la que hace que tu corazón esté latiendo, que tus pulmones estén respirando, saber que eso es vivir, con la sangre que se vive la vida.
¡¡Feliz verano a todos!!
Solos tú y yo
Habana Blues
6 comentarios:
muy sensorial pensamiento. me encantó.
besos
lo verdaderamente importante es ser también mujer de aire, oleaje, arrullo de mar y viento..
'y se busca en la mirada que te mira la verdad'
me gustó mucho esa frase.
un abrazo
Maravilloso, mi niña...amar con la piel desnuda de miedos.
Me ha encantado oirte !!!
Besosssssss
Querida Mayde, lo he leído y suena precioso, después lo he escuchado con tu dulce vez y ha mantenido su hermosura, pero creo que por mucho que nos desnudemos, no conseguiremos desvestirnos de nuestras ciatrices, no las de la piel, ésas se quitan con un buen láser, las del corazón y la entraña, ésas, niña, también "son" con nosotros.
Besos y feliz verano para ti.
Comparto la idea de sentirnos en libertad para amar de verdad, porque son las vestiduras físicas y mentales las que acallan el amor...Lo importante en ésta vida es amar, no pasar sín sentir su magia en las sienes, aún sabiendo que podemos sufrir.
Un beso.
Lo importante es ser auténtico/a, como tú.
Me encanta.
Un beso enorme, Mayde.
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