Larry Carsoln
Dónde...
Qué haremos del amor quebranto
Qué haremos en las noches sin ascuas
Qué haremos en las noches sin ascuas
ni brasas encendidas
Sin una luna gigante que nos mire
y que nos mienta
Sin unos ojos frente a los ojos
Sin calma en el lugar donde
cohabita el alma
con el órgano deshecho
que ahora late tan dormido dentro
del pecho
Qué haremos con el silencio cuando nos cubra la negrura de la noche
Sin orgullo malherido y con orgullo maltrecho
Sin pensamientos etéreos que se alcen con sus alas blancas
Sin sueños volando hacia el infinito
Sin estrellas Sin deseo
Sin ser del aire Ni para el aire
Ni del cielo Ni del verso
Ser una sola
y diminuta estrofa
que perdure
Quien será el ángel de mis cimentos
cuando nada me sostenga sobre el suelo
Quien me arrancará del sueño
cuando el sueño
se me arranque de estas manos
Quien morderá el silencio
Para hacerse el verbo
Y la voz que nazca amaneciendo
En las dunas de arena blanda
que en mi desierto ardiendo se levanten
Quien será la rendición ante lo vano
Los puños que se contengan
de ser puños
y que se abran blancas manos
sobre mis manos
sobre mis manos
Quien será mi único Dios
Mi religión
Mi dueño
Mi desmemoria
de otros llantos
Mi sello en los labios
Mi sentimiento
Puro de Amor Vivo Puro
Viviéndome vivo dentro
Quien será el beso
que hoy no beso
El agua
que aún no me es plácida orilla
que no me lleva entre sus olas
hasta el lugar donde se esconde el mar
que se me venga a volcar infinito
en los labios
y en su marea me retenga
y me haga el río
y las cien nubes rosas
y la lluvia milagro del verano
cayendo tibia y limpia sobre
su inmenso azul de océano
Dónde está el hombre
Dónde esta el mar
Dónde mi vuelo
Dónde mi paz
Dónde está el horizonte
que se bañe en mis ojos
cómo el aire
se está bañando
en mis suspiros…
Dónde está el alma
Dónde está el agua
Dónde está el pan
Dónde está el hambre
Dónde el volcán
Dónde está el camino
que a mis pies descalzos
y a sus huellas
y a sus huellas
reconozcan
“mujer de aire”
Larry Carsoln
Claire de Lune
Claude Debussy
2 comentarios:
Quién y dónde está, donde reposa sus quebrantos, dónde lucha, donde mira, ¿quién es, ¿me conocerá?, ¿lo reconoceré?...Existe, es, y de seguro llegará a ti.
Un beso.
El fuego te quema, Mayde. Tienes que volver a ser Aire y volar libre.
Un abrazo enorme en el corazón.
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