Extraño mi vientre,
lo extraño ahora,
ahora que tú no estás
que el tuyo no está aquí
para oprimirlo…
Ni de lado,
ni arriba,
ni abajo
ni del revés,
ni haciéndote una “S”
gigante con mi cuerpo
y tus manos en mi vientre
dibujándolo
y el calor del tuyo
contra mi espalda
y volviendo de nuevo
a empezar
la tentación del mismo fuego delirante
tras mi aliento y tras mi nuca
Extraño mis ojos:
los extraño,
me miro al espejo
y no me veo,
no soy de carne,
no tengo huesos,
no me parezco a la que era,
soy blanda,
los ojos blandos,
la carne como de nubes grises
Soy un instinto,
un instinto que busca,
que te busca
que no te encuentra,
soy un grito que no reconozco
y que te llama
y yo lo oigo decir tu nombre
pero no te devuelve a mi,
y me hago aún más blanda,
más gris,
más nube
y mi mano se pierde
recorriendo tus sombras
buscando mi voz en ti
y mi alma entre las sábanas
Mi voz, mi voz…
se me hace extraña,
demasiado extraña para ser mi voz…
Me habla y yo no la entiendo ni me entiende
Me dice “olvida”
y yo no sé de olvido
me dice camina, camina,
vuela acaso, no te detengas, no tiembles…
me dice:
OLVIDA
SU VIENTRE NO VA A VOLVER
NO ESPERES QUE NADA SUCEDA
NO BUSQUES EXCUSAS PARA AUSENTARLO
NO ENMUDEZCAS BAJO UN SUEÑO
BAJO UN NO SUEÑO
Camina, anda, vuela…
Ama otra vez
llama a ese hombre que te regala flores,
que lee cada día tus versos,
que huele tan bien,
que no fuma,
que no adora a Wendy
ni a su santa madre
Llámalo,
paséalo por tu vientre,
enrédalo entre tus piernas,
en tus brazos,
en los besos de tus labios,
colisiona en la noche contra su pelvis,
mézclate con él,
siéntete de nuevo viva,
huracán,
hija del vientre del mundo palpitando
Y ya recapacito…
Y me parece que ya sí que la entiendo,
que sí me entiende a mí mi voz
y entonces la escucho…
me armo de valor y de esperanza.
me guardo las ganas de ti
en un cajón de la cocina
que nunca abro,
me dibujo un vientre liso,
un corazón nuevo,
de color azul,
unas manos inquietas,
que buscan su nombre
en la agenda del móvil,
una voz segura y convencida,
tierna y coqueta,
completamente mía,
que le habla y le dice… _Sí, vamos a vernos,
¡Cuando quieras! Salgo a las seis mañana.
Y ya cojo el teléfono
y pienso en él,
me concentro solamente imaginando
la risa de ese hombre que me regala flores,
que me mira cuando paso,
que me desviste con sus ojos,
que tiene una erección cuando le doy un beso
cerca de los labios
y es más guapo de lo que tú eras
y menos golfo de lo que tú eras
y trabaja de directivo en una multinacional,
y dijo que me llevaría a Roma de vacaciones
cuando desayunábamos el otro día
y sé que me hará el amor con ternura,
con frescura, con locura,
con pasión y con fuego vivo
naciendo de sus miembros...
Y el de arriba deseando
besar mi vientre,
y el de abajo deseando morir en él
y sus labios bebiéndome
y su vientre contra mi vientre
y yo flotando en el cielo
o cayéndome al infierno
despacito
Pero no puedo, no puedo…
se me cae el teléfono
de mis manos blandas,
se me nubla todo
y siendo yo nube,
me pongo a llover,
me llueven los ojos,
el agua me chorrea
entre los pechos,
desdibuja mi corazón azul,
el que me pinté hace un rato
Regreso de nuevo al cajón de la cocina,
ese que nunca abro,
donde te tengo guardado
y con las cerillas en la mano,
lo quemo
Te quemo,
mis ganas de ti arden,
yo lo estoy viendo ahora,
ahora sí,
mi vientre sí
sangra olvido
Mañana lo llamaré,
mañana….
Cuando salga del trabajo,
y tenga el vientre liso otra vez,
llamaré a ese hombre
que me regala flores.
mayde molina
Imágenes bajadas de internet, desconozco los autores.
1 comentario:
empiezo a entender, qué significa "mujer de aire".
un abrazo
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