“Au poignant au brulant
souvenir du tatouage”
Cesar Moro 
Mostrarte, fue mi empeño:
No 
la chiquilla que en pupitre de madera dibuja mariposas 
para forjar horizontes y cielos de dudosa reputación. 
Sí
la que mantuvo actitud de epifanía adelantada, 
ese júbilo asido a cada hueso y sus angustias, 
conato seminal de esta huella en carne viva. 
Seas la viva creatividad ciega del orgasmo
o no,
te resumo:
Rechazo a la que por diploma en mano 
reniega de verdades apostólicas, 
a la que haciendo inventario de amantes, 
ciertos o imaginarios, 
pierde su ábaco
y regresa a la primitiva cuenta de los dedos.
Necedades del aprendizaje, 
frágil forma del recuerdo del placer, 
mea culpa a destiempo y sin razón.
Los amantes, que no te quepa duda, 
en revisión de cuentas solo saldan 
besos y muslos, 
ansias aferradas al súbito rincón, 
algarabías de manos recreándose encadenadas, 
pechos como sumario del calor, 
imbricadas lenguas desgranando la sal 
y, por sobre todo, por sobretodo, 
la persistente fijeza del recuerdo 
asumiendo los testimonios de la carne.
Byron González
 

 
 
1 comentario:
bellisimo tema. gracias por compartirlo.
unabrazo
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