Amarse era el verbo, olvidarse del yo amo y el yo quiero y ser el verbo. Del yo espero o deseo esto y aquello, olvidarse de hacia dónde o de cuándo y ser el verbo.
Dejar de pronunciarlo, de jugar con él, de llenarse los ojos o las manos o los versos, con su palabra.
Ser tan solamente el cuerpo del verbo. Quedarse al desnudo de otros, tenerlo sólo a él pegado al espíritu y a la carne. Sentirse el verbo cuando se ama, latiendo puro y verdadero en su esencia más pura y verdadera: la del alma.
Y no tratar de encauzarlo, dejarlo libre en su cauce: que venga y vaya, que vaya al río y vaya al mar y que navegue. Que se alce, que llegue al horizonte, que sea la cumbre del cielo, de lo celeste, que caiga luego sobre el hombre, que sea su señuelo.
Y en estos tiempos que corren, no temerle al verbo, no achicarse ni esconderse frente a él, gozar de él y en él, vivirlo vivo, soñarlo vivo y hacerse el verbo puro.
Y en este otoño, y en este tiempo de hojas secas, y de letargo y de mejores o peores circunstancias, no tener que morir ni que vivir por él, sino renacer de él, no tener ego, sentir la sencillez de una amapola, la paz blanca como la blanca flor de almendro, y el alma nueva resurgiendo de su aroma y de su alud de amor en este mundo.
Y yo mujer de aire, sentada en la nube de mi esperanza, deseando ver el verbo de nuevo recorriendo al hombre. Bajar y hablar sin voz, hablar con el silencio del corazón, decirlo todo con los ojos y con el beso.
Dejar de pronunciarlo, de jugar con él, de llenarse los ojos o las manos o los versos, con su palabra.
Ser tan solamente el cuerpo del verbo. Quedarse al desnudo de otros, tenerlo sólo a él pegado al espíritu y a la carne. Sentirse el verbo cuando se ama, latiendo puro y verdadero en su esencia más pura y verdadera: la del alma.
Y no tratar de encauzarlo, dejarlo libre en su cauce: que venga y vaya, que vaya al río y vaya al mar y que navegue. Que se alce, que llegue al horizonte, que sea la cumbre del cielo, de lo celeste, que caiga luego sobre el hombre, que sea su señuelo.
Y en estos tiempos que corren, no temerle al verbo, no achicarse ni esconderse frente a él, gozar de él y en él, vivirlo vivo, soñarlo vivo y hacerse el verbo puro.
Y en este otoño, y en este tiempo de hojas secas, y de letargo y de mejores o peores circunstancias, no tener que morir ni que vivir por él, sino renacer de él, no tener ego, sentir la sencillez de una amapola, la paz blanca como la blanca flor de almendro, y el alma nueva resurgiendo de su aroma y de su alud de amor en este mundo.
Y yo mujer de aire, sentada en la nube de mi esperanza, deseando ver el verbo de nuevo recorriendo al hombre. Bajar y hablar sin voz, hablar con el silencio del corazón, decirlo todo con los ojos y con el beso.
Decirle que era eso, que amarse era eso, que eso sí era el verbo del Amor.
“mujer de aire”
11 comentarios:
7:30 AM
Hay, Corazón,
días en que me sorprendo sintiendo nada.
Cruzo la ciudad,
es de mañana,
hace sol
o está nublado.
Creo que el hombre se deteriora
al pasar los años.
El ruido parece hipnotizarme
y cada rostro no es más
que un cúmulo de ilusiones postergadas.
Los sueños son tan quebradizos.
Defendemos los miedos con tanto ahínco
que merecemos un aplauso.
La fuerza que nos hace seguir la ruta
sabe lo que necesitamos,
nos lleva hacia el fin que nos corresponde.
Lo soñado siempre queda atrás.
anuar iván.
naturalmente, el amor es muy dulce, sólo que habemos muchos que no sabemos interpretarlo. debe ser muy hermoso encontrarse con una chica como tú, que sabe que es amar.
besos
Me gusta esa fuerza de (re)nacer y (re)vivir... diría que hasta la voz es más enérgica. Olé.
Besos, Mayde de aire.
Y es que el verbo del amor, es también libertad, como bien dicen tu versos.
Ssi amas y eres libre, la fuerza te acompañará siempre, te hace resurgir.
Me ha gustado mucho, Mayde, como dice Paloma, tienen fuerzas tus palabras de hoy.
Un beso grande.
Leo
Ser la raíz del verbo amar, ama. Lo malo es no darse cuenta.
Abrazos.
ANUAR
Anuar, muchísimas gracias por tu visita y por este precioso poema que dejaste.
“defendemos los miedos con tanto ahínco
que merecemos un aplauso”… cuanta razón tienes, no dejo de pensar en estas palabras.
Un abrazo
ADOLFO
Adolfo querido, no es que sea dulce, es que debiera ser total, si es que lo bautizamos como amor, sino ya es otra cosa ;)
Besos mil y gracias por animarme siempre.
PALOMA
Gracias Paloma, me alegro mucho de que te gustase, y a ver si voy dejando escapar este otoño un poco de coraje.. jaja
Besos miles, linda
LEONEL
Muchas gracias, querido Leo. Fuerte y libre es lo que quiero ser… que no me tumben las tormentas ;)
Besos para ti
ENRIQUE
Ser la raíz y el cabo y el rabo y la flor… y darse cuenta de serlo todo.
¿pudiste ver los videos tuyo y de Jose de Alcalá?
Un abrazo, kike
Renacer, siempre renacer. Esa es la mejor forma de amar.
Un beso.
No le temo al verbo.
Todo lo contrario.
Lo adoro.
Besos.
NORAY,
Sí... renacer, para no llevar vestigios de otras sombras...
un beso
TORO,
Qué maravilla
un beso
Simplemente sin palabras... cada dia te superas más... ainssssss... mira q te hecho de menos eee. un besazo
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