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viernes, 30 de abril de 2010
un poema de Santiago Tena, Puñal y vientre vivo
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jueves, 29 de abril de 2010
Poema recitado
Ando experimentando estos días, con los poemas en voz... a ver si os gusta.
Besos y feliz fin de semana
Mayde
Diente de oro

POEMA
RELATO RECITADO
Supe de un hombre
que cada noche,
cuando su cuerpo dormía,
un hueco se abría
hundiendo la huella de sus carnes
sobre las sábanas.
Arqueaba la espalda, truncando las vértebras,
la médula doblada como una vara,
el diente de oro brillando en su boca,
rechinando en son metálico,
ante el pavor de la última pesadilla,
del grito desgarrado de su presa.
Y ya la noche entrada,
sentía el miedo arrollado al final de la cama,
y su cuerpo se hacía un ovillo
de angustia y de temblores.
Su piel destilando humores de bestia,
sus manos rasgando la tela
de los bordes de la cama,
aferrándose con fuerzas a ella,
para no ser absorbido por el vacío agujero
que acababa de formarse
y ya le mordía la carne
sin remedio.
Al día siguiente se levantaba frío, mojado,
vacío y pesado, sin recuerdos.
Recogía los cachos de tela rotos,
se limpiaba las heridas
sin comprender lo ocurrido,
se metía en la ducha
y borraba a golpe de agua
las huellas de su miseria humana.
Su rostro era una mueca quebrada frente al espejo,
mientras se afeitaba.
Un relieve inesperado en la mejilla,
hizo que la cuchilla, de repente,
no se deslizara,
que tropezara en su carne,
rasgándola,
virtiendo un hilo rojo de sangre
que resbaló hasta la comisura de su boca.
La punta de su lengua sintió al probarla
que era espesa, viscosa.
Nada le gustó de aquel sabor…
Nada le gusto de ser lo que era.
Había recordado de repente…
Aquel día, sin embargo,
también lo haría.
Buscaría una nueva presa,
y la mordería
hasta desangrarla entre sus brazos
para que al llegar la noche
la vida lo mordiera a él
con las mismas ansias.
El maldito era un nuevo vampiro,
un maltratador,
una de esas bestias
que corren en estos tiempos,
de esas que te hincan el diente de oro
para probar tu sangre,
que te hacen marioneta entre sus garras
y después se marchan,
dejando un rastro negro tras sus pasos
que ahora sé con certeza,
que cada noche,
les persigue hasta su nauseabunda cueva
para herirlos de justa muerte,
en el nombre de tu sangre de mujer.
Lucíabluesindreams
miércoles, 28 de abril de 2010
Adverbios de tiempo

Yo era antaño, de las “del casi”… de las de casi no llego a fin de mes, de las de casi me dejo la piel en el intento, de las de casi no tengo tiempo para soñar.
Era de las del “tal vez”, tal vez luego, o después… o mañana, tal vez.
Era de las del “aún”, aún no lo sé, todavía no estoy segura.
Era de las del “ayer”, ayer estuve pensando en ti, todavía pienso en ti. Constantemente pienso en ti.
También era de las “del nunca”…. nunca probaré esto, nunca te diré aquello, nunca dejaremos de querernos, nunca moriré de amor…
Y tampoco nunca hubiese sido yo, la que diera el primer beso, o la que se fuera contigo la primera noche, la que dijera por primera vez: te echo de menos o te quiero.
Un día vi, como dejábamos de querernos, como nos decíamos todas aquellas cosas que no debimos decirnos nunca, como me dormía yo por dentro, me moría por dentro, hasta que un día llegaban las nuevas esperanzas, la nueva vida recorriéndome y entonces paladeé en mi boca las cosas que antes dije: nunca…nunca probaré, y vi como era yo la que empezaba a dar los primeros nuevos besos.
Ahora soy de las que ya no dicen nunca, de a las que ya no le quedan casis en la memoria, de las que ya no llevan reloj en la muñeca, a pesar de llegar tarde a alguna cita importante.
Ahora soy de las que buscan sueños en el aire para dejar de contar las horas, para no secarse en la espera, mientras golpea fuerte el viento, para sostenerse, para creer, para no decir más nunca… nunca existirá, nunca será verdad, nunca podré verlo.
Ahora soy de las de dame aire, que necesito aire para volar cuando todos duerman. Dame agua, que necesito agua para verter mi sangre cuando sufra. Dame tierra que quiero arena bajo mis pies, senderos en mis bosques por los que andar descalza y mar frente a mis ojos.
Y siempre dame aire, dame aliento, aire y fuego para arder el día que me falte la cordura. Dame fuego, dame fuego en las entrañas y escribe versos sobre mi piel bajo la aurora…
Pronto cumpliré de nuevo años, hago memoria en silencio. Me detengo en el recuerdo, en las palabras que me han hecho pensar en todo esto... en los adverbios del tiempo, en el amor huido, en el amor que sé que regresará.
Y caminando, como he caminado , día tras día, por cada adverbio… ahora ya, tal vez, sólo tal vez… tenga más suerte que nunca, más esperanza que antes, porque ahora soy de las del hoy, de las de ya, de las del ahora, de las del siempre.
De las de siempre volveré a decir te quiero.
Y dame aire, dame aire, sólo aire
y noches donde seguir volando el sueño mientras duermes…
Dame calma, caricia, viento, mar, alas,
dame paz y libertad,
que libre fui por ser de aire, por ser cómo el aire,
y por ser siempre
piel viva dame fuego.
Dame fuego, dame agua,
dame agua clara,
y un señuelo para encontrarte mañana.
Lucíabluesindreams
Adverbios de tiempo: ahora, antaño, antes, aún, ayer, cuando, constantemente, después, enseguida, hogaño, hoy, luego, mientras, mañana, nunca, recién, recientemente, temprano, todavía, ya.

Imágenes "lluvia evocadora" y "que no me falte el azul" de Teresa Salvador: "Fábulas" en flickr
http://www.flickr.com/photos/teresafabulas/4002461978/in/set-72157601392393296/ http://www.flickr.com/photos/teresafabulas/3660201421/in/set-72157602584220883/
viernes, 23 de abril de 2010
Día de San Jordi

Hoy es el día de las rosas y los libros en mi tierra. El día de San Jordi, de las rosas rojas en cada esquina, del sentimiento, de las palabras, de todos los que sueñan versos, de todos los que narran historias, de todos los que leemos enmudeciendo el alma.
Hoy quiero que sepas, que sigo pensando en ti, alegrándome de haberte conocido, y que escribo estas palabras, porque hoy día de San Jordi, aunque sea un día tan especial, es un día más que tengo que ir a trabajar, a cumplir con mi rutina y no quiero que eso me impida hacerte llegar de algún modo, mi abrazo para que sepas que sigues siendo así de grande para mí…
Amanece un día hermoso, sin nubes, sin vientos, sin lluvia, sólo de azules certeros, de clari azules vistiendo al soberbio cielo, que sé que ha sido pincelado por una mano muda, que jamás nos revelará su nombre.
Amanecen mis ojos frente a la arena y mis párpados hinchados de noche en vela, de preguntas sin respuesta, de versos sin fin, sin otra causa que la añoranza secreta que dibujo en estas palabras para poder contarte…
Mis pupilas de agua frente al mar, mi corazón vertido en sus orillas cómo arroyo…. y el mar permaneciendo en su misma calma… ¡Tantos arroyos ha visto verterse sin inmutarse apenas en su oleaje!… y sólo como sutil respuesta, como murmullo o caricia que nos sosiegue por unos instantes, llega y vierte la calma orilla de sus espumas y nos impregna los pies descalzos con sus aguas, llevándose la huella de nuestros pesares, para siempre, mar adentro.
Están las algas flotando en el agua, yendo y viniendo casi rozando la orilla, yendo y viniendo también hasta mi corazón de selva, que quiere alcanzarlas, y ser alga flotante, ola que la acompañe, grano dorado sobre la arena, mujer completa, palabras para los sueños, yendo y viniendo del mar o de tu orilla, de tu abrazo de amigo, y de tus arroyos y auroras claras, o de tus noches oscuras, cuando despiertes y te sientas solitario y sabrás que estaré allí contigo, como tú has estado conmigo, siendo mar inmenso donde llorar mis penas y abrazo tierno donde arroparme.
Resaltan entre las dunas, las almas más vivas, chiquititas partículas de oro, dormidas solamente en el polvo que las envuelve bajo el sol…
Y sí la mano muda que pinta el cielo nos dice: que del polvo venimos y al polvo regresaremos, el poeta nos dirá: que también polvo de oro podemos ser entre las dunas.
Tumbo mi cuerpo en esta duna, derrito mis sueños al sol temprano de abril, derrito también mi piel, mis manos, mis ojos blandos, lloro por ti y por mí, soy dichosa por ti y por mi, imagino muchas mañanas para nosotros, mientras escucho esta canción cerca del mar.
Porque lo único que deseo hoy, lo único que vengo a contarte esta mañana, para que nunca olvides…
Es que la mano muda, que me ha pintado siendo arena y agua, sombra y aire, sentimiento y mujer, hija y madre…
Hija, tu hija, Madre, tu madre, Amiga, tu amiga, Amante, tu amante...
No se olvide nunca de seguir pintando este lazo que me une a tu alma, partícula de oro que brilla junto a mis dunas, bajo este cielo clari azul y este mar que nos seguirá envolviendo entre sus olas.
A todos y cada uno de mis amigos, Mayde.
Imágenes de Josep Tomàs "Thundershead" en flickr y Teresa Salvador "Fábulas" en flickr:
http://www.flickr.com/photos/thundershead/3468813560/in/set-72157617223044206/
http://www.flickr.com/photos/teresafabulas/3690918875/sizes/o/in/set-72157620329908831/
miércoles, 21 de abril de 2010
Cosas que extraño...

Extraño mi vientre,
lo extraño ahora,
ahora que tú no estás
que el tuyo no está aquí
para oprimirlo…
Ni de lado,
ni arriba,
ni abajo
ni del revés,
ni haciéndote una “S”
gigante con mi cuerpo
y tus manos en mi vientre
dibujándolo
y el calor del tuyo
contra mi espalda
y volviendo de nuevo
a empezar
la tentación del mismo fuego delirante
tras mi aliento y tras mi nuca
Extraño mis ojos:
los extraño,
me miro al espejo
y no me veo,
no soy de carne,
no tengo huesos,
no me parezco a la que era,
soy blanda,
los ojos blandos,
la carne como de nubes grises
Soy un instinto,
un instinto que busca,
que te busca
que no te encuentra,
soy un grito que no reconozco
y que te llama
y yo lo oigo decir tu nombre
pero no te devuelve a mi,
y me hago aún más blanda,
más gris,
más nube
y mi mano se pierde
recorriendo tus sombras
buscando mi voz en ti
y mi alma entre las sábanas
Mi voz, mi voz…
se me hace extraña,
demasiado extraña para ser mi voz…
Me habla y yo no la entiendo ni me entiende
Me dice “olvida”
y yo no sé de olvido
me dice camina, camina,
vuela acaso, no te detengas, no tiembles…
me dice:
OLVIDA
SU VIENTRE NO VA A VOLVER
NO ESPERES QUE NADA SUCEDA
NO BUSQUES EXCUSAS PARA AUSENTARLO
NO ENMUDEZCAS BAJO UN SUEÑO
BAJO UN NO SUEÑO
Camina, anda, vuela…
Ama otra vez
llama a ese hombre que te regala flores,
que lee cada día tus versos,
que huele tan bien,
que no fuma,
que no adora a Wendy
ni a su santa madre
Llámalo,
paséalo por tu vientre,
enrédalo entre tus piernas,
en tus brazos,
en los besos de tus labios,
colisiona en la noche contra su pelvis,
mézclate con él,
siéntete de nuevo viva,
huracán,
hija del vientre del mundo palpitando
Y ya recapacito…
Y me parece que ya sí que la entiendo,
que sí me entiende a mí mi voz
y entonces la escucho…
me armo de valor y de esperanza.
me guardo las ganas de ti
en un cajón de la cocina
que nunca abro,
me dibujo un vientre liso,
un corazón nuevo,
de color azul,
unas manos inquietas,
que buscan su nombre
en la agenda del móvil,
una voz segura y convencida,
tierna y coqueta,
completamente mía,
que le habla y le dice… _Sí, vamos a vernos,
¡Cuando quieras! Salgo a las seis mañana.
Y ya cojo el teléfono
y pienso en él,
me concentro solamente imaginando
la risa de ese hombre que me regala flores,
que me mira cuando paso,
que me desviste con sus ojos,
que tiene una erección cuando le doy un beso
cerca de los labios
y es más guapo de lo que tú eras
y menos golfo de lo que tú eras
y trabaja de directivo en una multinacional,
y dijo que me llevaría a Roma de vacaciones
cuando desayunábamos el otro día
y sé que me hará el amor con ternura,
con frescura, con locura,
con pasión y con fuego vivo
naciendo de sus miembros...
Y el de arriba deseando
besar mi vientre,
y el de abajo deseando morir en él
y sus labios bebiéndome
y su vientre contra mi vientre
y yo flotando en el cielo
o cayéndome al infierno
despacito
Pero no puedo, no puedo…
se me cae el teléfono
de mis manos blandas,
se me nubla todo
y siendo yo nube,
me pongo a llover,
me llueven los ojos,
el agua me chorrea
entre los pechos,
desdibuja mi corazón azul,
el que me pinté hace un rato
Regreso de nuevo al cajón de la cocina,
ese que nunca abro,
donde te tengo guardado
y con las cerillas en la mano,
lo quemo
Te quemo,
mis ganas de ti arden,
yo lo estoy viendo ahora,
ahora sí,
mi vientre sí
sangra olvido
Mañana lo llamaré,
mañana….
Cuando salga del trabajo,
y tenga el vientre liso otra vez,
llamaré a ese hombre
que me regala flores.
mayde molina

Imágenes bajadas de internet, desconozco los autores.
lunes, 19 de abril de 2010
Jaguares
que se enerva...
Persigue la feromona, sabio jaguar.
Tu lengua de jaguar
Del clítoris al abismo
De haber sabido que íbamos a estar
de jaguares.
Imagenes bajadas de internet, desconozco los autores.