miércoles, 9 de julio de 2014

El fuego...


Yo sólo soy, lo que ha pedido el fuego
lo que me ha escrito el fuego,
lo que ha dejado intacto y me ha dictado 
en ascua viva el fuego
Aquel que corre por mi sangre, que quema mis corazas
y abre la entraña en mí...
Bebe de mis pupilas, propulsa el huracán 

que me ha estado lanzando contra ti
Apenas te medí contra mis fuerzas...
Y hoy, que lágrima en la sal me he herido:
me destituyo de amarte
y aquí, en lo desnudo, me visto con el verso
y vuelvo a reiterarme
en la aprendiz eterna del amor
Yo, siempre voy a ir donde el amor me lleve
No me verás de nieve ante tus ojos
No me verás intacta, sin llamas en el pecho

Si no amor: Yo no
Si no amor, no me propulsan mis alas
Ya no verbo ni verso por ti, si no amor
Ya no busco motivos
Ya no creo que en ti
Si no amor en ti...

Hoy no me arriesgo a tu riesgo
No asomo al precipicio
No al juego de tus ojos (por si acaso)
Voy a decir...
Que el fuego, a mí siempre me salva
Es él quien me escribe
Que no es la poesía
Que no el pecho del hombre
Que sólo el fuego
a mí me salva
Me lava y me levanta
Porque del fuego vengo y fuego Soy

Hoy voy a impronunciarte 

a hacértelo de alfanje

A dejarte del todo y no vivirte en lo roto
A hacerme una casita de viento en la quebrada
A caber en mi pecho inmolada y ser justo la montaña
que no alcances a trepar
Puedo ser un Tsunami, puedo ser poderosa
Volcarme de una nube y ser la tempestad
Yo, lo que quiera puedo ser.
Yo, la maga, puedo: 
vivir en tu memoria y que me llores
Que cuando vengas a asirme ya solamente quede
el último verso que te ha estado escribiendo
mi alma de Neruda

Fui la mujer que volaba
La que nunca has escrito
La que no vivirás
La vida es tan fugaz y el hombre está tan ciego
Pero a mí un instante en el beso me vale por un mundo
Y una historia de amor, en mí son cien caballos de Troya

Dijiste mariposa... ¡Te equivocaste!

Por ti: luciérnaga quebrada, llovida de la luz he sido
Y tú... alud de tu equilibrio y tu derrama
¿No intuyes que un día, querrás andar un camino con rumbo al corazón?
Dirás un nombre de mujer y una sed de mujer será la que a tu ego inmole



El fuego...siempre el fuego

Tan cíclica y sencilla es la vida

¡Pero ya no me busques, que no estoy!

Resuelve tus corazas, ordena tu utopía.
Pon en paz la balanza y encuentra el
equilibrio entre la piel y el espíritu 
Vívite de una vez de incendio y en mujer
que por mujer
se esté quemando en tu beso
Cúbrete de piel
...Y si es que aun puedes
¡Álzate!
Y vívete o víveme
de una vez
¡Insensato!


El fuego...
Ya sólo nos queda
el fuego...

"mujer de aire"


2 comentarios:

Rafael dijo...

Precioso poema. Me quedo con dos versos: "...Resuelve tus corazas
Ordena tu utopía..."
Un abrazo en la noche.

Amando García Nuño dijo...

Hasta tus versos, tus palabras son ahora fuego...
Abrazos, siempre