martes, 11 de marzo de 2014

TE VAS...



Te vas  para llorar... 
Como antes del aire y de la lluvia.
Te vas y te vistes con telas de colores, para tu acabo-se la niña y la herida.
Te vas, te pones frente al pecho un SIN EMBARGO y vuelves a lidiarlo, a peinarte los rizos contra el viento, a asumir tus razones en el soplo del fuego, 
A reinarte y rimarte por el verbo y la sangre.
Te vas... Vuelves a volarte y caminas desnuda en ciudades del aire. Dibujas descalza tus futuros instantes y miras, desde arriba, el vértigo del mundo...
Te vas... avalas cada verso en un segundo; cada océanolago derramado, por salvarte de él y vuelves encontrarte, tiento a tiento con tu puedo y tu valgo y te vas para lucharlo e imploras al maestro que regrese a tus calles para privatizarte el aire...
Te vas, cabalgas con la estrella polar, buscas las huellas de Penélope. Llegas para honrarla, para salvarla del agua y cohabitar sus telares... 
Sabes que es tu hermana, porque posa sus manos sobre el vientre, como tú, subsanando su fuego y su ternura, como tú, prolongando sus dedos hacia el pecho quebrado y doblando sus rodillas por la luz, como tú...
Duerme tibio el diamante, late, umbilical y sientes que aún os queda suficiente cordón para retomar la esencia, la hebra que dicte que estáis vivas, aunque heridas por el golpe del hombre, en vuestras borlas cuajadas de amor descalzo...
Le cuentas que estás limpia de vientos, que conoces el ritmo de los 5 elementos; que viste una mañana como fue rasgado el beso por la piel del invierno, por NO encender su fuego, con el ascua del alma en la boca del beso...

Te vas. Callas, para salvar tus piedades y volcarte de nuevo hacia al cáliz. Te prometes: ser roja y azul, en una estrella; vibrar en el cosmos,  tu voz de hembra y hambre.

Te vas para orearte y amarte y resolver el peligro de volver a encontrarte anclada a la vara de un hombre, que no enraize su verbo, más allá del tumulto de Venus.
Te vas, porque ahora huyes del sexo primitivo y no has de ser vulnerada por la boca de nadie.
Te vas, porque te sabes feroz y mortal, si tratan de inmolar tus LIBERTADES. Porque ya no queda en la tierra, semental que te doble, cuando eres la loba y las cien mil penélopes cansadas de tejer.

Te vas,  porque te rasgaron la piel,  porque no has de volver, jamás, a escucharlo, diciendo el nombre de otra, al pronunciarte.
Vuelas y te vas; te llevas a Penélope Desnuda e Inmortal y vuelve a ser azul el mar en Cadaqués. Os sentáis frente al agua y observáis en la orilla el añil de la calma. (Respiráis y Cantáis, Bailáis descalzas...Gozáis ...)
La dejas a ella frente al mar,  pronunciándose pura en su alma habitada y te vas. Limpias en el aire, tu palabra, para sentirte Sirena, que trepe con su voz el arpa de los días.

Te vas, porque aún has de hallar al hombre que se encuentre en tu verbo y encumbre en su silencio. Él hombre que bese, con el labio más niño, el pecho de tu loba y tu premura. Que expulse de tu centro el sobresalto, cuando vuelve la voz de la que te gobierna el aire, cuando acude a nombrarte y pide ¡¡¡Qué seas ella...!!
Te vas. Te vistes con tus alas inmediatas, como antes del fuego y la palabra...
Inspiras y te vas
para ser mujer de aire...
inspiras y te vas...

inspiras y TE VAS....
..........................................para ser mujer de aire
Te vas...

1 comentario:

Calma en días de tormenta (Darilea) dijo...

Consigues ser aire, brisa y vendaval con tus palabras.
Besitos Mayde. :)