martes, 11 de noviembre de 2014

¿La vida era ésto?


Y quien podría decirme si la vida era ésto...
Si no era el gesto o la mano de mi madre, secándome las lágrimas.
Si la vida no era un precipicio y haber sobrevivido a aquel que me empujaba.
Si no era degollarme, de una vez por todas las trenzas para crecer de él con la inocencia adulta a cuestas.
¿Quien podría decirme por qué no es igual de justa la vida para todos? ¿Por qué no es lo mismo estar aquí o en Gaza? ¿Por qué el mundo se apaga y nadie hace nada?
Por qué la vida a veces se coagula y en parte del planeta parece una trinchera...
¿Por qué no intentan nuestras vidas, la nobleza de abrir siempre los brazos y darnos, como las ramas de un árbol ?
¿Acaso no es la vida, llegar a tiempo al corazón?
O no es una locura vivir la vida, como quien pinta un lienzo y elige por instinto su color.
¿No sería la vida tan sólo un abalorio de proezas? ¿o una Navidad perfecta, sin luces pero con suficiente pan para los que no tienen nada?
Quien podría decirme si la vida era ésto: tener estancias en el pecho para todo aquel que amas; espacios con puertas y ventanas abiertas, para que entren y salgan cuando quieran...
Decidme, si la vida no es el fuego que vive en un poema, si no es andar descalzo y pisar, a veces, piedras.
Si no es la vida nuestro cofre del tesoro.
Si no es una intención o solamente es una estación de paso.
Si acaso no es también la vida: haber besado la frente del fracaso y por ello; guardarnos intactos los sueños con los que aún no nos atrevemos.
Si la vida no era volar una cometa o ser uno mismo la cometa y subir y subir para caer desde más alto.
O si acaso no es la vida; abrirse el pecho, poner el corazón frente a tus egos, para atreverte a decirles: ¡No, os quiero!
Decidme, si la vida no era tratar de se feliz con lo que tengo y mirar hacia al mar y decir libertad para alcanzar nuestros nombres.

O si la vida no era sólo uno de tus besos y contarle a tu tristeza que muchas veces te pienso.
Quien podría decirme...
Si la vida no es un cúmulo de instantes o de anhelos, o la canción que ahora siento...
Si la vida no es inaugurar el invierno y querer prender en él una fogata, para templarnos la piel de la esperanza.
Si la vida no es la causa, o la causa no es el alma, y comprender sin palabras: que esta vida es lo único que tenemos, y que llevamos al niño dentro para aprender mejor a ser adultos...
Respiramos y somos el aire y el viento; bailamos y somos el baile, cantamos y somos la voz que nos levanta.
En este instante, en esta piel...
¡Ahora!
Decidme, acaso ¿No era ésto, la vida?



La vida era esto...
Haber vivido a tiempo 
la lágrima y el beso
Regresar a uno mismo
Proclamar a la tribu

1 comentario:

Rafael dijo...

Quizás habria que decir aquellas palabras famosas: "...No es eso, no es eso..."
Un abrazo y feliz día.