sábado, 19 de abril de 2014

Los hombres sencillos...


De niña, sabía que el teatro de la vida torcía torpemente sus renglones...
Qué ignoraba a los hijos de los dioses menores, que elevaba los egos a idolatría; a ultrajantes y mentirosos credos, a la medida justa, macro métrica de cada poderoso... 
(De niña yo no era aún impronunciable, ni mi voz era una voz para el incendio...)
Solía llorar en blanco y negro en un anuncio de la tele, lloraba en el temblor de los más débiles, lloraba en la quijada y en mis nueve años frágiles... 
Pero también plantaba en la almohada sueños muy altos y la flor alicatada de mi esperanza puesta en la mujer del aire.
Y si ella también me soñaba, entonces, contaba con las fuerzas necesarias ¡para salvar el mundo!, ¡Para volar contigo el mundo! Con todos vosotros-compañeros del mundo: ¡El mundo recién volado!  Para bailar en las sombras del tejado, con mi muñeca de trapo y sus benditos pieses... Con todos vosotros y vuestra sonrisa puesta, en mi mejilla sucia y en mi casa habitada por la lluvia...
Con todos vosotros y los loquísimos pallasos de la tele, cantando gallinas turuletas, a nuestras esplendorosas infancias de trigo y manos limpias, desmembradas, dobladas tempranamente en el armario y a día de hoy...¡Voladas a la vida ! 
De niña ya sabía, que había una mujerdeaire en cada hembra. Intuía que un día, iba a llegar para habitarme, que vendría para bailarme el aire tan desnuda, que sería algarabía en mis palabras. 
Con mi boca desnuda bailándome y la mujer de aire consintiendo a mí alma tibia, recién estrenada,  en mi cuerpo Ave-Río...
Ahora, ahora me solamente deprimo... Emborracho mis noches desolada, por ser la geminiana en ciclotimia perpetua, a la deriva del sueño que no llega, a la deriva del tiempo de la pluscuamperfecta "hembra del aire".
Ahora soy,  solamente: lo que están viendo ustedes. La que se viste y calza este puzzle de mujer cada mañana...La que aún no sabe llevar por estampa, la piel de la que sangra mi espíritu y asoma temblorosa, en la voz... de la que gobierna el aire…
Soy,  lo que queda de la reverdecida niña de jade que un día la llamara. La que escribe encendida y llora el amor de manzanas, la que se abre las venas en cada primavera, para que me siembre, 
me inunde, me penetre, se haga camino en mi Cuerpoespejo, ella, para que mi carne sea: Rúculairisadaascua, Crepúsculovivientedelamujerdelaire a flote... 
Jodida y consentida mujer de mis entrañas, todita ella tan brava mía y sin embargo no sabe salirse de mis venas; meterse en cada recoveco, plantarse en mi frente, tatuarse en mis lunares... 
Bendita y maldita tú, que vienes a quitarme el crujir de los huesos y  arrancarme los dientes de leche, a sudarme los llantos por el vientre, volviéndome a sangrar en nosotras, tan hijas de mercurio, tan pulcras geminianas, le sude a quien le sude, tan sólo porque aún: LO VALGO. 
Porque no tengo precio y no me vendo, porque estoy casi en quiebra, como tantos de ustedes...Porque soy, la mano que tiembla en el cajero y respira muy hondo para apretarse los nervios y llegar a fin de mes o antes de que llegue a FIN mi esperanza. 
Ahora soy el pulso entumecido del camino incendiado y el bucle preciso del pasado hecho brea, derramado en mi sangre sureña...Y en la sangre de ella; que me brota en silente amarillo, en vez de verde campo olivar... 
Estoy hecha de sendas sin trazar y por ello de cagarla finamente, cada vez que me pilla a destiempo y en cueros, la incoherencia del siglo.
Pero soy...
La que espera, que regrese la fuerza de la mujer de aire... Que se nombre conmigo y arrastre a las muchachas y empiecen a hablar las que tienen la tecla en la boca; la garganta roja, la certeza en la espera, la hormona templada y una hermosa tristeza de almidón, galopando en sus ojos de amazona. 
Ahora espero, que el presente fecunde sus sueños…
Y puedan ser mañana, libres paridoras de nuestros hijos, más allá de las junglas, que nazcan nuestros hijos, en ciudades del cemento y ellas tengan en sus manos el fármaco preciso... GRATIS, en sus manos, vacunas contra el tedio y la inmundicia humana.
Qué cabalguen libremente sus sueños, qué crezcan y se les peguen al cuerpo con loctite, cuando esta sociedad al fin tirite y destete sus miedos, con la manita blanca y la esperanza gratis en la escuela. Que se entierren sus llantos, sin esperar a cambio una receta en blanco de la Seguridad Social. ¡Qué siga existiendo la Seguridad Social...!
Que siga y dure mucho y nos vea encanecer a todos nosotros, amparados por el mismísimo estado del bienestar, por el presunto y puto estado del bienestar, a día de hoy maltrecho...  
Deseo, que lo digáis conmigo al viento; ¡Gritadlo en los semáforos, en las ciudades de trapo, en la cola del paro!
¡Decidlo y decididlo conmigo! 
Por nosotros, los hombres sencillos... 
Por los que estáis aquí parte de la especie,  que late al unísono en la utopía de este sueño: tangible, 
posible, 
poderoso, 
glorioso sueño nuestro 
de no volver a ser jamás....  
Los jodidos, 
los tempranamente mudos y atados de manos 
a la deriva de tantos cretinos 
que solamente han logrado; 
jironearnos,  
arrancarnos del suelo, 
para ser llamados a filas de la vida...
Para ser dignamente llamados:
nuevos hombres del destino de los HOMBRESS  SENCILLOSS...


1 comentario:

Rafael dijo...

Sin duda hay "hombres sencillos", como también "mujeres sencillas", no lo dudes.
Un abrazo y feliz fin de semana.