viernes, 20 de noviembre de 2009

Noche de aire



Tengo un examen mañana y sin embargo estoy aquí… vaciándome frente a la noche de palabras.
El cansancio tira de mis tendones y mi mente apenas puede concentrarse en lo ahora que debiera. Tantas veces siento que es inútil forzar el espíritu a lo que no me regala bienestares…
La música fecunda el silencio y agranda el brillo azul de mis estrellas.
Estoy escribiendo, porque hay un eco palpitando que no puedo comprender. Los dulces recuerdos cabalgan sobre mi memoria, tirando de nuevo con furia de mi hacia un tiempo que ya no es mio, ni es de nadie.
Me alejo con el sentimiento y la razón en lucha. Es bello sentir el cuerpo, elevarse durante instantes con el gozo mágico de la respiración detrás de las lágrimas. Y es más sencillo de lo que parece, caminar desnuda por la vida.
Y estoy de nuevo llorando porque sé que he dado un nuevo paso para la eternidad y que al fin he cerrado las puertas de mi memoria al círculo de su pasión.

Vuelvo a volar de mi intimidad, a huir del cuerpo que me tuvo junto a su piel. A dejar de vivir donde los recuerdos me resuenan como un corazón gigante. 



Me obligo a vivir en el aire una vez más,

a huir del rigor de la noche,
a llevar un trocito de mi canción
al país de la tristeza.
Lloro porque esta noche será mi último llanto,
por que ya no voy a descansar
bajo su corazón de selva,
por que me quedé despoblada de todas sus causas.





















Hoy, que mi fe de amor vuelve a ser una flecha que busca el centro del Universo, dejo de andar hacia atrás para recoger cachitos de nostalgia.
Me detengo y converso frente a mis sueños de aire, igual que de niña le hablaba sin palabras a la que se me aparecía ante el espejo jugando a ser otra persona.


Sé que basta cerrar los ojos hacia adentro para dominar mi pequeño mundo, para renacer cuando llegan estas noches de aire y mi dulce hada me pone un corazón de fuego otra vez dentro del pecho, en el que nazcan de nuevo las amapolas y mi vida no se base en lo que no retuve sino en la fe de lo que tendré.



Esta noche, se perderán todas las lágrimas tras el silencio del alba. Cuando vuelen de mis manos las palabras, que ya no volveré a transformar jamás en versos…
No las puedo guardar como lisonjas, ni puedo llenarme de lluvia cuando la vida me regala vivir en un nuevo sueño.


"No hay nada más difícil en este mundo que ser una Mujer de aire…"
No me compadezco de mi misma, es sólo que a veces me aturde mucho ser así. Vivo más tiempo habitando en mis mundos de cristal que en la realidad de las cosas. ¿Qué es la realidad? En que lugar será aquel en donde empiezan y acaban los sueños… ¿Dónde se hallará el que me ayude a comprenderlo…?
A veces me siento tan fuerte para alcanzarlo, tan libre de no pertenecer a nadie, que ni siquiera me pertenezco yo. Entonces es, cuando más dudo, cuando sigo prefiriendo la soledad y el cobijo único de la noche llena de alma.

He aprendido a hablar más para mi misma que para los otros, a no ser diurna ni nocturna, a deleitarme sólo con el azul más intenso del cielo.
Ahora que tanto me cuesta amar…
Sé que un día volveré a hacerlo tan profunda y desmesuradamente, que todos los libros de poesía volverán a ser inútiles y las palabras se quedaran pequeñas para nombrarlas.

Y olvidaré para siempre aquello que alguien escribió una vez:


"Las mujeres de aire,
cuando se van,
dejan un frío intenso en el alma".


Porque yo tengo un corazón de fuego.
Tengo un examen mañana y sin duda voy a suspenderlo…


Lucíabluesindreams

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